La Catedral de Saltillo, tan tradicional como el sarape saltillense,
fue construida a partir de 1745. Considerada como una de las joyas
arquitectónicas del estado de Coahuila, al combinar tendencias del
estilo barroco y churrigueresco, la nave principal de la Catedral
fue terminada de construir en 1800 bajo la supervisión del bachiller
Pedro Fuentes.
Los trabajos para edificar su torre mayor comenzaron
en la década de los ochenta del siglo XIX, tuvo un costo aproximado
de 28 mil pesos y fue concluida el 26 de febrero de 1897 con una altura
de 71 metros y 25 centímetros.
Durante aquella segunda mitad del siglo XVIII,
la Catedral de Saltillo y la Capilla del Santo Cristo, que ha albergado
durante años a una de las más veneradas imágenes de Cristo crucificado,
recibieron apenas la última oleada del impulso creador del barroco mexicano.
Por eso y más son consideradas como herencia magnífica de arte y bello símbolo
de la fe de lo saltillenses católicos.
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