miércoles, 18 de junio de 2014

LAS LADRILLERAS EN SALTILLO…!!

Por muchos años la quema de llantas fue una práctica muy común para la elaboración de los ladrillos en las laderas del arroyo del Pueblo de nuestra ciudad pero esta actividad ha ido desaparecido poco a poco, sólo son algunos quienes continúan con la actividad artesanal del ladrillo, pues de las más de 500 ladrilleras que había 20 años atrás ahora sólo quedan algunas ladrilleras operando con la utilización de leña para la cocción de su barro.

Don Dámaso Rodríguez, David Zamora, Ruperto García de Letona y Secundino Cortés son los pioneros de la industria del Barro en Saltillo, quienes instalaron las primeras ladrilleras en el Arroyo del Pueblo en el año de 1884.

Los empresarios de la arcilla edificaron sus ladrilleras en la ramificación del Arroyo del Pueblo, que pasaba entre el bulevar Francisco Coss y la colonia Jardines del Valle, cauce que se conocía en esa época como Arroyo Mexiquito, el cual se une al Arroyo los Ojitos.
Como testigos mudos de los inicios de esas ladrilleras en nuestra ciudad, estuvieron por muchos años las ruinas de los hornos de adobe en la colonia Republica Poniente, justamente, en la manzana formada por las calles de Chihuahua y Baja California, entre las prolongaciones Obregón y Purcell al norte de nuestra ciudad, los cuales pertenecieron a Dámaso Rodríguez y Compañía.

A unos cuantos metros del Arroyo del Saltillo, de la Barranca o del Pueblo, justamente, al lado sur de la Unidad Deportiva “Oscar Flores Tapia”, se encuentra el centenario vestigio del primer ladrillas que se edificó en la ribera del Arroyo de la Barranca, nombre por el que se conocía en esa época, según planos elaborados en 1902 por Eduardo R. Laroche.

En honor a la verdad histórica, don Dámaso Rodríguez es el pionero de los ladrilleros en nuestra ciudad, porque en 1883 los inició, pero fue hasta 1900 cuando funda la “Gran Compañía Ladrillera de Saltillo, S. A “ .
Fábrica de Ladrillos Behaun es el nombre del primer ladrillar que don Crecencio Rodriguiez González fundó en el año de 1889 al lado occidental del Arroyo del Pueblo, precisamente a un lado de la Presa del Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala.

Los dos fundadores de los ladrillares de Saltillo fueron miembros de la iniciativa privada, también ocuparon cargos de elección popular.
El Banquero Dámaso Rodriguez murió por causas naturales y el empresario Crescencio falleció trágicamente en las corrientes del Arroyo del Pueblo, junto al ladrillar Behaun, según leyenda de su barrio.

Información: Sergio A Galindo Carrillo/Memorias de Saltillo 1/1993.

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