Como todas las imágenes a las que se rinde fervoroso culto y en las que se tiene muy arraigada la fe, la escultura que se venera en Saltillo desde hace mas de tres siglos, esta rodeada de una leyenda muy peculiar, se asegura que fue enviada a la catedral de Guadalajara y que la mula procedente de Jalapa se desvió, marchándose rectamente a Saltillo.
El 6 de Agosto de 1608-cuenta la tradición-apareció ante el asombro de los habitantes de Saltillo una mula cargada con una gran caja; los vecinos lograron detener la acémila frente a la plaza de armas y al abrir la caja se enteraron con grande y grata sorpresa de que contenían una escultura de Cristo crucificado, habiendo desaparecido misteriosamente la mula. La misma tradición reza que desde entonces se celebra anualmente la fecha del 6 de agosto.
Los hechos comprobados hacen saber que Santos Rojo y su mujer mandaron colocar la santa escultura en la capilla de las Animas, construida a espensas, y por esa causa los fieles llamaron a la sagrada imagen: "El Señor de la Capilla".
En la Imagen: El Sr. cura Jose Ma. siller, Don Julian Castillo Organista de catedral, Don Amado Chapa, Don Amado Lopez. En el año de 1948.
Información: Saltillo en la Historia y la Leyenda/Vito Alessio Robles.
Agradecimientos: Juan Martin López Reyes.
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