lunes, 30 de mayo de 2016

EN LA ESQUINA DE LA CALZADA DE LOS HEROES Y FERROCARRIL, SALTILLO..!!


Un día, cuando era pequeño como de cinco o seis años,
ví caminar, por esta Calzada, rumbo al patíbulo, a un hombre. 
Alto, bien parecido, vestido con cierta elegancia, fumando un habano legítimo, 
más parecía ir a  una Feria que al Panteón.

Al llegar a la esquina que forman la Calzada de los Heroes
y Ferrocarril-ahora la Calzada Emilio Carranza-se detuvo ante don 
Emilio Hilario, vendedor que por años lo ha sido de Pan y Pulque.
Compró una jarra de Pulque que allí mismo bebió y una pieza de Pan
que fuese comiendo, como su llevara mucha prisa por pararse frente
al pelotón de ajusticiamiento. Rodeaba a quel hombre, 
multitud de gentes que, previamente avisadas por periódicos y "gritones",
sabían que esa tarde tendría lugar la muerte de este hombre. 
Al llegar al puente donde ahora está el merendero de "Lolita la 
del Puente", volvió la mirada: ¡probablemente decía el último adiós a Saltillo!.

.....el crimen cometido por Jesús Cadenas lo fue y grande: ahorcó a dos tías
y a una criada la sentó, amarrandola, en la estufa. Luego sacó todo el dinero
que había en la casa y diose a recorrer cantinas y casas de mala nota
gastando el producto de su crimen. En una de estas casas, en la regenteada
por María Muro, fue aprehendido. Juzgado sumariamente fue condenado
a morir frente a un pelotón. Ese día íbase a cumplir con la sentencia.

Lo recuerdo con toda claridad: formado el Cuadro con fuerzas federales,
se colocó a Jesús Cadenas, de espaldas a la barda oriente del Panteón Santiago.
No permitió que se le vendara y erguido, como si fuera a pronunciar un discurso,
esperó la murte. 

El oficial que mandaba el pelotón dió ordenes y cinco fogonazos
atronaron el espacio. Pero Cadenas no fue tocado. Por un verdadero milagro
las balas lo respetaron por esa vez. Al sentir que no había sido herido, emprendió
veloz carrera entre los gritos de la multitud que pedía el perdón. 
Pero no hubo tal, el oficial que lo siguió en su carrera, le dio alcance en la
esquina del cementerio e intimándole rendición-a un hombre que probablemente ya
iba medio muerto-le introdujo el cañon de su pistola en la boca, disparándole. 
Así murió Jesus Cadenas y colocando que fue, dentro de la negra
caja de pino que ya tenían preparada, yo que me acerqué a ver el cuerpo
de aquel hombre, me pareció aun respiraba.

Textos: HERODES/Oscar Flores Tapia, El Fusilamiento de Jesús Cadenas.

3 comentarios:

  1. ¿podrias ampliar mas sobre esa historia? tengo un conocido aqui en monterrey que asegura que la sra. maria muro era tia de su papa

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  2. Buen dia.amigo es un texto extraido del.libro de don oscar flores tapia. Llamado HERODES.Desconozco mas datos. Saludoa

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  3. En aquellos tiempos, no hubiera asistido a presenciar un fusilamiento, soy un poco sensible pero me extraña la sangre fría o valentía, del ajusticiado. Se me antojó una jarra de pulque.

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