jueves, 26 de mayo de 2016

POR LA ESQUINA DE ALDAMA Y ALLENDE, SALTILLO..!!!

En los aparadores de la Botica Universal de Toña lomelí, había,
como es natural, tónicos para la desnutrición y para el cabello;
frascos de perfume franceses y nacionales; cajas de bombones y de "Kotex".

Buen negocio este de toñita, acrecentado no solamente por su laboriosa
constancia, sino pos su alto espiritú del ahorro. Alguna vez me platicó que,
de las utilidades y desde hacía por lo menos veinte años, guardaba como ahorro
!Cien pesos diarios!.

La Valenciana, sigue siendo, según Chuy Talamás, "la única Zapatería en Saltillo",
lo que causa la crítica del Vate Fuentes que opina, certeramente, que bien podría
anunciarla como "la mejor" pero no "la unica" cuando Saltilo está ahora
sobreexediddo de zapaterías, donde destacan las de don Pancho T. Rodriguez,
Castro y alguna otra.

De cualquier manera, Chuy Talamás, aunque con veinte años mas,
es el mismo que conocí, cuando teniendo que ganarme los frijoles, acepté
una chambita de Agente de Transito y trepado en un cajón, la desempeñaba
dando paso a coches, burros, bicicletas y uno que otro automovil, en el crucero
de Aldama y Allende, donde está ubicado el negocio de Chuy. Contaba unos catorce años
y conservaba la línea. En una palabra, era uno de los galanes de medio pelo en Saltillo,
y en los bailecitos caseros y en los "dias de campo", "hacia raya" en valses y blues que
era el tipo de música más socorrido de aquellos tiempos.

Mi pensamientos retrocede veinte años y veo a la puerta de "La Valenciana",
infringiendo el Reglamento de Tránsito, el "Auborn" convertible de Jesús Talamás
que manejaba Pepe Ayala cuando no se dedicaba a probar zapatos o a echar miradas
tiernas y amorosas a María Morones, su novia, y quien tambien estaba empleada
en el estableciemiento.

Kerím y Asíz eran pequeños y gustaban que me acercara a platicar con ellos,
cuando a pretexto de "infraccionar" al propietario del automóvil,
abandonaba el cajón de señales con que nos había dotado el Depatamento
que el predecesor de Atanasio Gonzalez, don Rodolfo Zamora, jefaturaba por entonces.

Textos de: Saltillo Comercial Ayer y Hoy/Herodes de Oscar Flores Tapia.

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